domingo, 9 de noviembre de 2008

Llorar

El verbo llorar connota tristeza, ¿no?. Pero si se llora por alegría... la cosa cambia. Hoy me he dedicado a leer blogs, reflexiones, he estado de paseo romántico por mi barrio (vivo junto al cementerio de Père Lachaise, muy conocido porque en él está Jim Morrison, Oscar Wilde y numerosas celebridades que ahora no recuerdo...) y como acabo de comentar en el anterior post he pensado sobre mi futuro y mi presente.
Y me he dado cuenta más que nunca de que estoy realmente bien. Que ser feliz cuesta mucho y yo hoy me siento así. Y me pongo a hablar con un viejo amigo al que guardo muchísimo cariño y me emociono... Y lloro. Y me pregunto ¿por qué lloras? ¿de qué o de quién son esas lágrimas? Y pienso... De la felicidad.

4 comentarios:

Antonio Hurtado dijo...

Tener la sensación de felicidad... aunque solo sea por un día, o un momento... cuesta,y mucho... por ello me alegro mucho de que tu experiencia esté llendo así de biem y te sientas tan feliz. Muchos besos Bistu... y sigue así. Da gusto saber que hay gente que le da la vuelta a su vida y todo va biem... Muxxsss besos desde ZgZ...

DAVID.

Antonio Hurtado dijo...

Por cierto... es un PC del curro... no le hagas muxo caso al nick... ;-)

neo dijo...

enhorabuena Bea. Me alegro mucho de que hayas conseguido un estado zen de felicidad temporal. Siempre nos quejamos cuando vienen mal dadas, pero también hay que aprender a disfrutar cuando somos felices. Más que nada porque en la mayoría de las ocasiones no somos conscientes de que somos felices hasta que ese momento ha pasado.

Anónimo dijo...

Me alegra mucho saber que la pequeña pin y pon se encuentra más alegre que unas castañuelas.
De todas formas, no me sorprende que reconozcas que eres feliz, porque si algo te caracteriza es la felicidad y la pachorra con la que te tomas las cosas. ¡Y bien que haces!