jueves, 20 de noviembre de 2008

crisis

El otro día me contaba un conocido que ahora al posar en las fotos ya no hay que decir ni patata ni cheese. Ahora se dice crisis.
Estamos hartos de las noticias económicas, de desplomes de la Bolsa, bajadas de cotizaciones, bajan los tipos de interés, suben los precios, baja el euro, sube el paro... Y antes decía ¿y qué me importa a mí? Pero ahora digo, me cag... en la crisis.
Esta mañana he comprado dos mandarinas, pequeñitas, clementinas: 62 céntimos. 100 pesetas. ¿2 mandarinas, 100 pesetas? Ayer fui a comprar al súper cuatro cosas contadas (pechugas, un limón, nata, una barra de pan y un helado) y pagué 13 euros! Por una baguette he llegado a pagar 1.20 euros. ¿Pero qué es esto?
Cada mañana en el tren, nos juntamos gente de todo tipo en los vagones: jóvenes que van a estudiar, señoras que van a hacer la compra, otras y otros que van a sus trabajos... y todos los días, los que no fallan, son los "mendigos". Lo pongo entre comillas porque no corresponden al clásico concepto que tenemos de vagabundos; no son señores mayores, con un brick de vino Don Simón ni con su carrito con todas sus pertenencias. Son gente de 30, 40, 50, hasta de 9 años!!!! he visto pedir dinero... En cada vagón se colocan para pedir como mejor pueden y saben: unos cantan, otros tocan el acordeón, otros directamente cuentan su situación... En general les une algo: unas caras terriblemente llenas de tristeza.
Cuento todo esto porque lo que me preocupa es que los vagabundos que estábamos acostumbrados a ver por Zaragoza, Madrid o Barcelona eran más o menos los mismos... pero ahora hay muchíiisimos... Me da la sensación que cualquier día, yo o tú podemos ser uno de ellos...
Y es que... vamos a ser cada vez más pobres.
Abrochénse los cinturones que esto va para largo.
De todas maneras, no hay que perder el optimismo. Esperaremos impacientes el año 2010; entonces supuestamente empezaremos a remontar el vuelo.
Suerte!

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